La Mujer Sin Control le pregunta al Oso Polar cómo es que hace para resistir tanto, pero tanto frío: "
¿¡PERROCÓMÓHACÍSCON-CH-TU-MAREWN, yOmESTOICAGANDOeFRÍbrbrbrrr...
". El Oso Polar, muy voladamente, no le responde a La Mujer Sin Control, y en vez mira primero a la izquierda de La Mujer Sin Control, y, luego, a su costado contrario. La Mujer Sin Control pega un grito sin ataduras, y a continuación procede a descansar furiosamente con reconcentrados Intervalos de Aliento Incontrolables, y sin tratar de controlarse o de controlarlos (aunque esto último de un modo inciertamente indeterminado e impredecible).
¿¡PERROCÓMÓHACÍSCON-CH-TU-MAREWN, yOmESTOICAGANDOeFRÍbrbrbrrr...
". El Oso Polar, muy voladamente, no le responde a La Mujer Sin Control, y en vez mira primero a la izquierda de La Mujer Sin Control, y, luego, a su costado contrario. La Mujer Sin Control pega un grito sin ataduras, y a continuación procede a descansar furiosamente con reconcentrados Intervalos de Aliento Incontrolables, y sin tratar de controlarse o de controlarlos (aunque esto último de un modo inciertamente indeterminado e impredecible).
No hay comentarios:
Publicar un comentario